ABRE LAS PIERNAS

 

Ojos escéptivos.
Pupilas perezosas.
Iris amaestrados por el consumismo.

 

Vicios  recurrentes.

 

Esclavos de una comunicación visual

mercenaria

que solo aspira a
engatusar tarjetas de crédito.

 

¿Esta tu criterio a la venta?
¿Alquilas con gusto
tu libre albedrío?

 

¿ Se puede comprar
tu pasión,
tu atención
o tu lÍbido?

 

Yo voy a despertar a tu deseo dormido,
como el Okupa que invade las propiedades


de esos bancos opulentos


para hacer una Rave dantesca.

 

Vamos a darle buen uso
a eso que está tan mal aprovechado,

tan escondido.

 

Yo incito a tu codicia gustativa,
como un niño frente a la heladería,

 

atraído

 

por el verde pistacho
con menta fresca.

 

Adicción dulce
en una época amarga,
insípida,
descafeinada

pero con doble de arsénico                                                                                                                                                                                                                         por real decreto de una receta médica.

 

MALDITOS MERCENARIOS DEL INFIERNO.

 

Porque el morbo es un derecho,
la sensualidad un arte
y las aventuras sexuales post modernas

 

un polo a tierra
que nos acercan

 

a nuestra animalidad básica

en la era de la ciber disfunción eréctil
y la castración del intelecto

franco,

libre

y sincero.

 

 

Me encanta pensar por mí mismo.

 

 

Desnuda tu mente,
abre las piernas
a alguna idea provocativa

y deja que mi falacia rimbombante
                                          [escrita en letras pegachentas

siembre una gloriosa semilla radioactiva
en lo más profundo de tu útero desangelado.

 

Alegría en un recinto
que parecía
irremediablemente

 

muerto.

 

Vida teñida en orgías escarlata,
bacanal acérrimo
para secar esas lágrimas
de frustración y aburrimiento.

 

Multitudinaria cuenta atrás
hacia una inevitable
e irreparable muerte dolorosa.

 

En el poco tiempo que nos queda….
persigamos orgasmos
y no deudas.

 

Voy a hipotecar mis testículos
en la compraventa
de lo irrisorio,
de lo decrépito…

a cambio de una oportunidad


única

 

de ventilar

TODOS ESTOS

cerebros
carcomidos por la apatía.

Abrir cabezas como cocos
y bañarme entero en su almíbar dulce…

antes que los gusanos hagan un festín
con  tu energía vital desahuciada…

 

En vida

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