SUBCONSCIENTE.

Resaca de luna llena.

 

Mi pecho abierto

como el de La Fuerza,

que pone la mano en la  boca del león. 

 

Espectros de cuerpos tatuados,

danzando al unísono en mis pensamientos.

 

La primera ministra de los collares de perlas vino a por mi, con una invitación a relatar toda la  locura

en lo mas profundo de su libro del ojo mágico.

 

¨Deja de escribir en el teléfono móvil y busca el  lápiz que embelesa  al  papel nunca antes escrito ”: Dijo ella. 

Me prenda más  la idea de intentarlo sobre su piel… aunque jamás entenderé mi propia caligrafía.

(De nuevo  soy víctima de un  cliché cinematográfico articulado por Greenaway). 

 

Hedonismo como dogma,  

el volcán efervescente de  mi lívido  morboso sin etiqueta abierto de par en par. 

 

Fui sincero y ella abrió su mente, 

sus piernas 

y su corazón.

 

Comencé escupir poesía y prosa  en un espacio diáfano con largas columnas de mármol. 

En el centro, una piscina llena de mi semen que albergaba un cardumen de sirenas con  escamas multicolores,  dándose  placer oral entre ellas.

 

Ardua tarea 

el calcular cuántas eran. 

Me distraían sus gemidos de placer 

y los remolinos psicodélicos 

que proponían sus movimientos compulsivos.

Era una celebración en blanco de una goleada blaugrana en el Bernabéu. 

 

En la orilla un fauno descargaba la ira de su aparatoso  miembro dentro de una  

Ama de la gula 

recubierta de repostería y nata batida.

 

Una banda de metal hermafrodita tocaba en un escenario flotante. 

En un oscuro rincón había una cabina telefónica roja  (tipo londinense).

En su interior,  una escultural pelirroja se infringía goce profundo con el auricular, mientras trataba de hacer una llamada.

Tendrá mi numero?

De la nada surgían versiones de mi fantasías recurrentes fornicando sobre la mesa de una terraza repleta de ojos saltones, otras recibiendo placer anal abrazadas de un árbol o chupando el lente  de un ardiente fotógrafo en un plano medio muy contrastado.

 

Una pareja de alemanes maduros preguntaban por la traducción de los delirantes escritos que emanaban de una gigantesca pantalla de vídeo con forma de coño japonés (en horizontal).

Manadas de ninfas latinas y asiáticas correteaban de la mano mientras lobos feroces jugaban a acecharlas con su beneplácito. Después de una pequeña persecución eran ellas quienes sometían a los lobos con técnicas de bdsm y artes marciales cuerpo a cuerpo.

Me impacto una compañía de equilibristas que llevaban a cabo una orgía en la cuerda floja 

y unos enanos que hacían un trío hmh sobre un elefante. 

Ella era insaciable. 

Ellos competían por su atención en el álgido momento de una doble penetración.

Fue justo ahí cuando uno de ellos cayó del elefante y acabó debajo de su enorme pata trasera. 

El accidente causó furor en la sala porque el artista no se hizo ni un rasguño.

 

 

En este punto advertí que  estaba explorando en la zona noble de mi  bizarro subconsciente. 

Vaya, si que es entretenida la trastienda de mi mente,  llena de ideas, imágenes y letras desquiciadas.

Solo espero que el lenguaje este siempre de mi lado, para relatar con fascinación, 

lo que tengo en el interior.

Larga vida a la prosa que excita,

a las letras que seducen y riman,

a los relatos que transportan,

sumergiendo a lXs lectorXs 

en viajes insaciables lleno de excitación.

Que la elocuencia y el embrujo de la verborrea este siempre entre nosotros.

El libro del ojo mágico será siempre testigo de los dictados poderosos  del aquí y el ahora en sugestiones positivas muy alejadas de esos  malditos pensamientos errantes. 

Amén

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