¡HOY pretendo seducirte con el verbo!

Es una tarea compleja.

Dos cerebros conectando a través de las letras que viajan ignorando el espacio,
transformando el tiempo.

Mi retórica marcará los tiempos,
sometiendo tu deseo bajo el yugo de los versos.

Con la restricción del contacto físico,
busco empotrarte con ideas
y otorgar el poder del morbo al efecto de mis impulsos en tu cuerpo.

Como por arte de magia,
este relato me trae de cuerpo presente.

Me transporto a través de la cadencia del texto
para detonar la lujuria en el instante en el que me acerco a ti.

Mis rimas te tientan
aprovechando para respirarte entera.

Me deleito con la ortografía de los aromas
que esconden los rincones más oscuros de tu geografía salvaje…

Siempre insospechada y etérea.

Las mayúsculas te despojan del sujetador.
Las consonantes derriten los botones del pantalón.
Cuando me enfrento a tus bragas
me distraigo entre tildes y
acentos morbosos que atentan exponencialmente contra este relato.

Hay un abismo entre tu pubis y mi erección.

Huele a deseo.
Oda al preámbulo
en el que mojo tus labios con mi aliento.

Exploro tus acantilados
para detectar el punto donde consigo
contraer tu entrepierna …
Inundándola con mi caudal húmedo:
Corriente salvaje que me eclipsa.

Tu pecho florece conectando los pezones a la gramática de mi sexo.
Esa cintura maquiavélica provoca a mi intelecto alineado a tus curvas peligrosas.

Piernas delirantes que me suplican que te atrape
con la sumisión

de la q a la u

o
del punto a la i.

HOY soy un loco torturador de la lengua castiza
que fantasea con la idea de una incursión anal subversiva

por tus tus zonas encubiertas.

Te devoro con la agilidad de un lobo hambriento.

Soy el pregón de tu pueblo.

Cuando mis ideas llenen de emoción

esa existencia tuya turbulenta,

prolongaré el instante de la entrada triunfal …

Jugueteando con los puntos suspensivos en tus hombros

y ese lugar secreto donde escondes los gemidos.

A esta altura del relato te poseo.

Tu voluntad es la mía.
Este puñado de ideas sin sentido desata tormentas clitorianas,
terremotos,

huracanes

y avalanchas vaginales ancestrales.



Son los ríos de un squirting monosílabo


que nos conectan a distancia…
En silencio.

Mi esencia blanca es anunciada a gritos,

en negrita, y con MAYÚSCULAS.

Se desboca toda ella por tu humanidad letrada.

Es la tipografía de nuestro encuentro

que tatúa tu piel.



HOY solo deseo observarte mientras me lees,

imaginando como mis letras personifican a un ser

que está muy dentro de ti

mucho antes de tan siquiera tocarte.

 

Es una liturgia de arte postmoderno,

que invoca la veracidad profunda que nos une.

HOY quiero romper el silencio

eclipsando a tu órgano más sensual,

más erógeno:

 



Tu cerebro.

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